La República Argentina y el G 20 La República Argentina y el G 20
En pocos días más nuestro país se verá revolucionado
por el arribo de los jefes de
Estado (sus ministros, jefes de los bancos
centrales y colaboradores) de las grandes
potencias mundiales.
Tendrá lugar la cumbre mundial organizada por
la República Argentina que a través de su Presidente,
ejerce la presidencia de este Foro desde el año
2017 y hasta el año 2019.-
El denominado Grupo de los 20 (G-20) es un foro
de Estados en el cual se reúnen regularmente,
desde 1999, los jefes de Estado (o Gobierno), los gobernadores
o presidentes de los Bancos Centrales y
los ministros de Finanzas.
Está constituido por siete de los países más industrializados
(Alemania, Canadá, los Estados Unidos,
Francia, Italia, Alemania, Japón y Australia,
más diez países recientemente industrializados de
todas las regiones del mundo, y la Unión Europea
como bloque económico.
Además, cada año participan como invitados España,
el país que ocupa la presidencia de la ASEAN
(Asociación de Naciones del Sudeste Asiático), dos
países africanos (el que preside la Unión Africana y
un representante de la Nueva Alianza para el Desarrollo
de áfrica) y un país (a veces más de uno) invitado
por la presidencia, por lo general de su propia
región. Además, participan 12 organizaciones internacionales
sociales.
Es un foro de cooperación y consultas entre los
países en temas relacionados con el sistema financiero
internacional, que estudia, revisa, y promueve
discusiones, sobre temas relacionados con los países
industrializados y las economías emergentes,
con el objetivo de mantener la estabilidad financiera
internacional, y de encargarse de temas que estén
más allá del ámbito de acción de otras organizaciones
de menor jerarquía.
En conjunto, sus miembros representan el 85%
del producto bruto global, dos tercios de la población
mundial y el 75% del comercio internacional.
Desde el año 2009 el G20 ha desplazado al G-8
(vgr. países con economías más industrializadas del
planeta) y al G8+5 como foro de discusión de la economía
mundial.
Se entendía por G8 al Grupo de países con economías
más industrializadas del planeta (Rusia, luego
excluida por la Crisis de Crimea, EE-UU. Italia, Reino
Unido, Francia, Alemania, Italia y la Unión Europea)
que luego incorpora a cinco principales economías
emergentes del mundo (India, Brasil, Sudáfrica,
China y Méjico).-
Desde el año 2017 ejerce la Presidencia del Grupo
la República Argentina y hasta el año 2019.
No
obstante, como la presidencia rota entre sus miembros
cada año, el seguimiento y la consistencia de
los temas están garantizadas por la troika, integrada
por el país que presidió el año anterior (Alemania),
el país que ejerce la presidencia (República Argentina)
y aquel que la presidirá el año siguiente (Japón)
al que podría sumarse Arabia Saudita (Presidencia
en 2020).
Mientras que el país que ejerce la presidencia lidera
la agenda de reuniones del año, la troika trabaja
para garantizar la continuidad de la agenda del
G20 a largo plazo.
La agenda del G20 es mucho más amplia que
aquellas correspondientes a sus comienzos.
Hoy,
además de los temas financieros y económicos se incluyen
tópicos de agricultura, salud, lucha contra la
corrupción, la situación de los migrantes y refugiados,
la perspectiva de género, empleo, energía, educación,
salud, la agenda 2030 del desarrollo sostenible
de la Asamblea General de Naciones Unidas, el
cambio climático, la lucha contra el terrorismo, entre
muchas otras temáticas.
En palabras del embajador Pedro Villagra Delgado
“existe una reticencia en los miembros a ampliar
la agenda del G20 a temas no relacionados directamente
con la estabilidad y gobernabilidad financiera
y macroeconómica que son su objeto central y
que permitan abordarlos adecuadamente, no obstante
los temas que se incluyen son los que concitan
la atención de los líderes nacionales en sus respectivas
gestiones. Estos manejan cientos de temáticas a
diario, y de allí la ampliación temática habida desde
2008 en el G20”.
Finalmente corresponde decir que el G20 es un
mecanismo que funciona sobre la base del consenso
característica esta que tiene claros y oscuros que, en
ocasiones han ralentizado el avance en temas candentes
(refugiados y migrantes, empleo y producción,
por nombrar algunos).
La República Argentina ha enarbolado su lema
que se corresponde con su intención de mantener
una política exterior proactiva al G20: “Construir
consenso para un desarrollo equitativo y sostenible”. Dable es decir que este lema importa un compromiso
de política exterior, pero también interior.
Es por ello que se vuelve necesario trabajar en conjunto
con todas las áreas gubernamentales (Finanzas,
Economía, Salud, Educación, Trabajo, Energía,
etc.), además de generar espacios para que el sector
privado y la sociedad civil puedan hacer sus aportes
a través de los Grupos de Afinidad (engagement
groups), tales como B20 (business), C20 (civil), L20
(labour), S20 (science) T20 (think-tanks), W20
(women), Y20 (youth) y estos elevarlos a los líderes.
Impacto en la República Argentina
Ahora bien, el lector se interrogará acerca de la
importancia que el G 20 tiene para nuestro país, en
especial cuando nos golpea una crisis económica severa.
Nuestro Presidente fue claro en su mensaje al
Congreso de la Nación, cuando señaló la necesidad
de que nuestro país tenga una “inserción inteligente
en el mundo”.
Esta intención nos indicaría que el Gobierno Nacional
debe implementar (al decir del autor Paulo
Botta) políticas proactivas en temas de interés común.
Debemos comprender que vivimos en un mundo
por demás globalizado y que, la participación del
Estado en ámbitos multilaterales, como es el propósito
del Ejecutivo Nacional, nos obliga a fortalecer la
cooperación internacional y a entender que las decisiones
no pueden ser tomadas sin vislumbrar ese
norte.
Desde el lema escogido por la Presidencia argentina
“Construyendo consenso para un desarrollo
equitativo y sostenible”, se coligen que tres son los
temas centrales: el futuro del trabajo, la infraestructura
para el desarrollo, y un futuro alimentario sostenible.
Resulta claro que los temas elegidos son precisamente
los que reflejan las demandas y opciones del
país, es decir, generación de infraestructura, inclusión
laboral y la producción de alimentos.
Incluir estas
problemáticas como centrales de la presidencia
argentina constituye una oportunidad para su desarrollo
en el ámbito multilateral que brinda el G 20
pues tiene directa relación con los flujos de inversión,
con el capital internacional y la seguridad jurídica.
Debemos ser conscientes que, de acuerdo con
nuestras capacidades, nos encontramos en un escalón
por detrás de las grandes potencias, lo que torna
necesario trabajar para tener la misma presencia en
el ámbito multilateral que las potencias medianas.
Esto supone un compromiso interno y externo.
Debemos trabajar en reforzar los vínculos comerciales
con China, en la apertura de mercados en
regiones consideradas como no tradicionales para
nuestras exportaciones, en el impacto de medidas
proteccionistas en Estados Unidos o los países europeos,
los precios de hidrocarburos (Vaca Muerta es
nuestra oportunidad) las relaciones con otros actores
no convencionales como Turquía, Vietnam, Sudáfrica,
Arabia Saudita, Japón, entre otros, que exceden
la mirada local o regional, mas sin descuidarla.
Entiendo que existen urgencias de política interna,
mas debemos superar la visión de que lo urgente
impide considerar lo importante.
Debemos trabajar
desde la política exterior en la apertura de estos desafíos
y desde la educación interna (universidades)
para comprender la entidad de esos desafíos.
Otro tema no menos importante es la necesidad
de contar con medios militares acordes al lugar que
se pretende tener en el escenario internacional.
Nuestra triste historia de la participación de los
militares en el escenario político del país desde
1930 y hasta 1982, los delitos cometidos en la década
del 70 supuso, una vez restablecido el orden democrático,
que cuanto menos recursos tuvieran las
FFAA sería mejor para el país.
Sin embargo, luego de más de treinta años de vida
democrática, debemos reconocer que esta constante
debilidad y continua decadencia de medios
militares no es algo deseable para el país que ocupa
el octavo lugar a nivel global en cuanto a extensión
territorial, con un enorme litoral marítimo y grandes
recursos naturales.
Vivimos en un mundo cada vez más inestable.
El
avance de movimientos radicales, de la intolerancia
racial, del narcotráfico, suponen la necesidad de
contar con Fuerzas Armadas más profesionales y
que, incluso, puedan colaborar con las Operaciones
de Paz de Naciones Unidas. Nuestro país tiene una
vasta experiencia en este tópico, mas se necesita una
política de Estado acorde con la participación y presencia
de Argentina en foros multilaterales.
Pretender urgentes resultados constituye una
quimera. Más que hablar de urgencias deberíamos
(de una vez por todas) elaborar una agenda a largo
plazo que constituya una política de Estado. Nuestro
país ha vivido una política pendular (vgr. Personalistas
vs. anti personalistas, conservadores vs.
conservadores, peronistas vs. radicales, izquierda
vs. derecha) que en estos últimos 70 años nos condujo
a la pérdida sistemática de puestos en el ranking
económico mundial.
En el lapso de veinte años discurrimos de encontrarnos
cerca de ser un país con grado de inversión,
a economía emergente y luego a mercado de frontera.
Actualmente regresamos a emergentes.
La Argentina ha hecho aportes significativos en
la elaboración de reglas que rigen la comunidad internacional
como la cooperación entre países en desarrollo,
la promoción de los derechos humanos, la
no proliferación nuclear y de armas de destrucción
masiva, el desarme y el desarrollo del derecho internacional
público, entre otras.
Debemos continuar con este rol de manera activa
y ello significa asumir los compromisos que supone
a Presidencia del G20, que representa un gran desafío,
pero también una oportunidad de mostrar al
mundo lo que la Argentina puede hacer.